viernes, 19 de febrero de 2016

La cultura del aguante" 1ra parte

El país normal


Desde que tenemos uso de la razón, Argentina es un país pobre, su destino de "pais normal" y "Granero del mundo", solo fueron eso destinos a loas que nunca llegamos. ¿nos perdimos en el cambio?¿nos desviaron?¿el camino lo ocupo otro?¿estamos condenados al éxito, como dijo Eduardo Duhalde?. Son muchas las preguntas, y muchas las personas que se niegan a saber las respuestas.

Porque decimos esto?

El concepto de Nacíón, y la necesidad de una constitución que unifique bajo un mismo estado todos los estados fue el eje y el porque de todas las luchas internas del siglo XIX, Caudillos, Federales, Unitarios, Liberales, Proteccionistas, Librecambistas y todo lo que podamos imaginar como "ideología" se sucinto como una paraguas filosófico detrás de las contiendas, "TODOS QUERÍAN UN PAÍS NORMAL" pero corrió mucha agua bajo el puente, mucha sangre derramada y muchos ideales caídos para resolver el tema (que nunca se termino de resolver..).

El triunfo de Buenos aires sobre el interior, la aduana sobre el agro, la ciudad vs el campo, en alguna medida es el triunfo de los valores "europeos" sobre los valores "latinoamericanos", el país normal, no era otra cosa que "europizar" las pampas argentinas, y si se quiere, "MEJORAR LA RAZA".

Esta diferencia ha creado desde entonces, una GRIETA CULTURAL, un dejo de odio hacia los valores europeos en contra-poción de los valores culturales latinoamericanos, una grieta que no tiene que ver con complejidades geograficas o económicas, sino con sentir que "el enemigo es interno", y dice ser Argentino como yo, el distinto diferente o "el otro".

Algo de esto hemos hablado en un post anterior: Grasa Militante // "Civilización o Barbarie"

El aguante vs Propuestas - "la ola" o como mantenernos ocupados en otras cosas





“La Ola” es una película inspirada en los sucesos que tuvieron lugar en una escuela secundaria de California en el año 1967. En aquel momento, el profesor de historia William Ron Jones tuvo que interrumpir el proyecto con el que pretendía demostrar a sus alumnos que aún era posible el retorno de un sistema totalitario. La trama de esta película gira alrededor del profesor Rainer Wenger, a quien le es asignado dirigir un proyecto educativo en torno a la autocracia. El profesor Wenger articuló una serie de clases en las que presentó los elementos que intentan dar sustento a esta metodología política: espíritu de grupo, sentimiento de comunidad, ideales comunes, disciplina y ayuda mutua. En apenas unos días el experimento cobró vida propia y alumnos de toda la escuela se unieron a él. Lo que comenzó con una serie de ideas inocuas, se fue convirtiendo en un movimiento real. Los jóvenes se entusiasmaron, se pusieron un nombre, mejoraron en autoestima e iniciativa, superaron sus diferencias sociales, se implicaron en el diseño de un símbolo gráfico, adoptaron un uniforme común y un saludo propio. Las críticas de varias alumnas al experimento -cuestionado también por otros profesores y por grupos anarquistas- llevaron la situación mucho más allá de lo que nadie había imaginado.

El estilo de conducción de la clase por parte del profesor, sufre un viraje: se vuelve directivo, asigna tareas y da órdenes, elogia y critica en forma arbitraria, tiene previsto un plan a desarrollar pero no explica las razones que motivan sus decisiones. Las directivas son dadas de modo que los alumnos no puedan tener una visión total sobre la tarea a realizar. El profesor, que hasta el momento representaba la autoridad prescripta institucionalmente, claramente se convierte en líder. La estructura de comunicación también se modifica: desaparecen los diálogos de los alumnos entre sí, las bromas y las risas. Las órdenes pasan a ser acatadas y nadie se opone. Los jóvenes de La Ola se han vuelto totalitarios (el que disiente debe callarse o será eliminado) y comienzan a generar nuevas pautas de comportamiento que les permiten reconocer quién pertenece al grupo y quién no.

¿algo de esto les suena?

Cuando hay investidura libidinal, hay ilusión de unidad. La Ola es el prototipo de la ideología igualitaria y por ende del fenómeno de la ilusión grupal. La ilusión grupal es un mecanismo de defensa que propicia la relación a lo semejante y la exclusión de lo diferente. Las diferencias entre los alumnos desaparecen y se crea la ilusión de que todos se encuentran igualados frente a un objetivo común. Esta unificación ilusoria, que es muy común en la adolescencia y en la constitución de ciertos grupos, está destinada a declinar en pos de la aceptación de las diferencias. En la película “la Ola” vemos estructurarse un grupo tal como lo concibió Freud: Por una parte, el profesor se ha convertido en líder, es idealizado en tanto que atrae hacia sí fuertes lazos libidinales. Por otra parte, los alumnos se identifican entre sí, verbalizan que es imposible no participar, se sienten plenos de fuerza y más unidos que nunca.

El aguante es un término aparecido a comienzos de los 80. Etimológicamente, la explicación es simple: aguantar remite a ser soporte, a apoyar, a ser solidario. de alli aparezce inicialmente en el lenguaje del mundo futbolístico, específicamente de los barras bravas, como hacer el aguante: esa expresión que denomina el apoyo que grupos periféricos o hinchadas amigas brindan en enfrentamientos pacíficos. Y así como en la cultura futbolística se fue cargando de significados muy duros, decididamente vinculados con la puesta en acción del cuerpo, pasó con esa misma significación al lenguaje adolescente: aguantar es poner el cuerpo, básicamente, en violencia física.

Según una versión más amplia en el uso del concepto, el cuerpo puede ponerse de muchas maneras. Pero lo común en todos los casos, es que el cuerpo aparece como protagonista: no se aguanta si no aparece el cuerpo soportando un daño, sean golpes, heridas, marchas, caminatas o más simplemente condiciones agresivas contra los sentidos –afonías, resfríos, insolaciones-. (una marcha bajo la lluvia TIENE MAS "AGUANTE" que la que no llueve)

Así, el aguante se transforma en una forma de nombrar el código de honor que organiza el colectivo. Defensa del honor que implica, como en las culturas más antiguas, el combate, el duelo, la venganza. Y puesto que el aguante no puede ser individual, sino que es colectivo, se trata de una forma de orientación hacia el otro: precisa de un otro, se exhibe frente al otro, se compite con el otro para ver quién tiene más aguante.

La estética aguantadora es representativa de esta ética, ya que testimonia el tipo de masculinidad que se acepta como legítima, y por ello exige que los cuerpos ostenten marcas. En este sentido la memoria de las peleas las luchas, las marchas, las sentadas y los cortes de rutas) es tan importante como las peleas mismas, y su relato debe sostenerse con la marca como prueba indiscutible, aquello que no puede ser refutado porque está inscripto en el propio cuerpo.

Lo que cabe preguntarse con todo esto es: ¿Aguante contra que? ¿resistir contra que?



Si ud esta leyendo esto y es un adolescente esta perdonado de "aguantar", resistir y poner énfasis que todo lo contrario a lo que ud piensa esta mal.... realmente esta perdonado...(ES LA EDAD..)

Si ud es un militante político, en particular se identifica con el peronismo, debería pensar ¿es ud un adolescente?

Es realmente necesario enojarse/insultar con el que piensa distinto, el que voto distinto? SOLO PORQUE NO ES COMO NOSOTROS? (incluir dentro de nosotros el grupo que quiera....)

¿Realmente cree que ese es el camino de la construcción política? es necesario un MANUAL  “Técnicas de Resistencia Activa y Micromilitancia”??

y las propuestas?

En política siempre es un pecado subestimar a los electores y renunciar a construir las candidaturas más competitivas para todos los cargos y niveles. Del mismo modo, en política es un pecado renunciar a hacer todos los esfuerzos estratégicos para tratar de ganar una elección. Dentro del marco programático. La sociedad tampoco premia volteretas ni actitudes hipócritas. Ahora bien, hay que saberlo: ninguna derrota es gratuita.

“Unidad en la diversidad” o  "resistiendo con aguante" puede ser una buena o mala consigna. Puede resultar bien si la sociedad percibe que hay distintas vertientes que adhieren a un programa en común. Puede resultar mal, en cambio, si se perciben diferencias o potenciales confrontaciones que pueden llevar a situaciones delicadas. Sobre esto y sobre todos los temas hay realidades y hay operaciones mediáticas y políticas. La sociedad, que desplegó en estos años una visión más crítica sobre el papel de los medios, intenta distinguir a unas de las otras. Pero quien crea que todos los problemas son puras operaciones tiene vanas ilusiones. Vive en la adolescencia eterna del aguante, la resistencia y la prepotencia de pensar que EL OTRO siempre esta equivocado, por diferente y por no ser lo  que quiero que sea....

¿Todavía no se entendió porque se perdieron las elecciones?

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